HYPOMNEMATA

Los hypomnemata eran cuadernos de escritura: en ellos se encontraban citas, fragmentos de escrituras o pensamientos del propio espíritu. Constituían una memoria material de las cosas leídas, oídas, pensadas, y se atesoraban en esas páginas desordenadas, heterogéneas. Se trataba de un ejercicio en el pensamiento que no tenía como fin el decir lo indecible, sino captar lo ya dicho, de reunir lo leído. Eran escrituras sobre lecturas, y el fin de las mismas, la constitución de sí mismo. Era una escritura que posibilitaba la transformación de la verdad que nos damos a nosotros mismos. Una escritura que constituía con las propias palabras y las de otros un "cuerpo", como el propio cuerpo de quien, al transcribir sus lecturas, se las apropia y hace suya su verdad.







domingo, 4 de septiembre de 2016

Gestores

No deja de preocuparme la burocratización del conocimiento, las formas en que se nos vuelve "gestores del saber", los empleados del mes de las grandes maquinarias por donde supuestamente circula lo que producimos. ¿Qué está pasando mientras cumplimos, fervorosamente, fervientemente, febrilmente, con la escritura de papers, con las direcciones de tesis, con la evaluación de artículos, con el dictado de cursos de posgrado?
En *Vigilar y Castigar*, hace cuarenta años, Foucault decía a propósito de cómo se constituye nuestra subjetividad moderna, mediante un doble registro, el de los filósofos/médicos/juristas y el técnico-político que vuelve a los cuerpos dóciles y sumisos: "Mientras los juristas o los filósofos buscaban en el pacto un modelo primitivo para la construcción o la reconstrucción del cuerpo social, los militares y con ellos los técnicos de la disciplina, elaboraban los procedimientos para la coerción individual y colectiva de los cuerpos”.
Y yo me pregunto ¿qué estamos haciendo los filósofos, los juristas, los médicos hoy -en nuestra actualidad, en nuestro presente- para no volver a conceder la misma distracción histórica con nuestros intelectualismos, nuestra peculiar forma de pensar que transformamos el mundo? ¿Para -en definitiva- colaborar a las nuevos modos de codificarnos, de volvernos sumisos, dóciles, subordinados? ¿Qué enorme elefante nos pasa por detrás, mientras intentamos ponerle palabras, conceptos, métodos a la configuración subjetiva neoliberal?

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